No podía apartar los ojos del paisaje. A pesar de un viaje agotador conduciendo por las interminables carreteras de Arizona, aquel día había madrugado. A las cinco y media ya estaba de pie en la terraza de mi habitación de hotel, con los ojos muy abiertos…
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo