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La casa de Monet en Giverny, el esplendor de un jardín impresionista
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En Giverny, el impresionismo existe

Fue la guinda final, el colofón a un viaje por carretera de algo más de una semana por la rica región francesa de Normandía. La casa de Monet en Giverny era uno de los lugares que llevaba ya tiempo deseando visitar. Y a pesar de haber visto en los días anteriores playas kilométricas y acantilados imposibles, catedrales que parecían tocar el cielo y pueblos desbordantes de encanto, la visita a esta casa y sus esplendorosos jardines cumplió, e incluso superó, todas mis expectativas.

Reflejo de agua cerca de la casa de Monet en Giverny, Normandía, Francia
Una imagen impresionista: un árbol se refleja en un riachuelo de Giverny

Al aparcar el coche a las afueras de Giverny, casi a orillas del Sena, tocó cruzar un riachuelo, el Epte, por un pequeño puente. Uno de mis compañeros de viaje me hizo notar una imagen muy especial. Sobre el agua se reflejaba algo deformada y ondulante la imagen de un árbol que crecía en la orilla, con su tronco blanquecino y sus hojas verdes. Esa escena natural era un auténtico cuadro impresionista. Fue sólo un primer aviso, una primera pincelada de la sutil explosión de belleza que estábamos a punto de encontrar.

Monet y su lugar en el mundo

En Giverny, a unos 80 kilómetros de París pero ya en territorio normando, Monet encontró su lugar en el mundo. Tenía ya más de 40 años cuando en 1883 alquiló, y más tarde adquirió, la Casa de la Prensa. El nombre de la casa evocaba una prensa de manzanas, tan abundantes en la gastronomía normanda, que se encontraba en la plaza vecina. En la granja contigua a la casa, el pintor instaló su taller. En Giverny habría de vivir Monet durante 43 años, hasta su muerte acontecida en 1926.

Fachada rosa y contraventanas verdes denotan la pasión de Monet por el color

Con los años, la casa y los talleres se fueron modificando y agrandando para ajustarse a las necesidades de Monet, de su compañera Alice Hoschedé y de los hijos de ambos fruto de anteriores matrimonios. La pasión por el color caracteriza a la casa del pintor. El tono rosado de la fachada, así como el de las contraventanas verdes, fue elegido por el propio Monet en una época en que el gris era el color habitual del exterior de las casas.

Detalle de la cocina de la Casa de Monet en Giverny

Se pueden ver en salones y dormitorios tapicerías de motivos florales y cuadros de pintores impresionistas, junto con grabados japoneses, que gustaban mucho a Monet. El amarillo domina en el comedor, mientras que el azul es el protagonista de la cocina donde contrasta con los cobres.

Una ventana de la planta superior de la Casa de Monet se abre al jardín

Los jardines, la esencia de Giverny

Pero si la casa de Monet en Giverny es exquisitamente bonita, los jardines que la rodean alcanzan una belleza superior. En verano, cuando visité el lugar, el estallido de flores y colores era tal que llenaba por completo mi retina y la lente de mi cámara fotográfica.

En Giverny, las especies vegetales se reparten entre dos jardines diferenciados: Le Clos Normand, el jardín de flores que se extiende ante la fachada principal de la casa, y el Jardín de Agua, de inspiración japonesa y situado al otro lado de una pequeña carretera.

Rosas de los jardines de la Casa de Monet en Giverny

Le Clos Normand

En Le Clos Normand, Monet hizo construir macizos donde hacer crecer flores de alturas y colores distintos. Buscaba un jardín lleno de simetría y de perspectivas diferentes, donde poder dibujar y pintar al natural.

Hay flores de primavera, como la prímula, el narciso, la peonía o el tulipán, y flores de verano y otoño, como la fuchsia, el girasol, el cardo azul o la malvarrosa. Monet buscaba tener un jardín florido, que pudiera servirle de fuente de inspiración, durante la mayor parte del año.

Alameda del jardín Le Clos Normand

Las pequeñas alamedas están coronadas con arcos metálicos donde se enredan los rosales trepadores. Los castaños y los árboles japoneses, cerezo, arce y manzano, acompañan a las flores de Le Clos Normand.

Flores de Le Clos Normand

El Jardín de Agua

Un pequeño paso subterráneo conduce desde Le Clos Normand hasta el segundo jardín que Monet ideó para su casa diez años después de instalarse en ella. En el Jardín de Agua, Monet contemplaba fascinado los juegos de agua y luz a diferentes horas del día. Este segundo jardín se convertiría en una fuente de inspiración principal para el pintor, especialmente en la etapa más tardía de su vida.

Arriba: un cartel señala el camino desde Le Clos Normand hasta el Jardín de Agua. Debajo: un flor naranja de GIveny

El Jardín de Agua invita al sosiego, a la contemplación líquida, al abrigo del bambú. Es un jardín quizás más espiritual, más protegido. Invita a la introspección. Hay que sentarse en un banco de madera y contemplar los nenúfares, hijos de los hijos de aquellos que tantas veces pintó Monet.

El agua protagoniza el segundo jardín de Monet

El jardín tiene un corte exótico, más oriental, que Le Clos Normand. A ello contribuyen algunas especies vegetales y el pequeño puente curvo, de estilo japonés, que hemos visto tantas veces en los cuadros de Monet inspirados en Giverny.

Visitantes sobre el pequeño puente japonés

Un paseo por las flores

Para concluir este artículo, propongo un pequeño paseo visual entre las flores, un recorrido entre tonalidades suaves o vivaces, de los verdes a los naranjas, de los amarillos a los violetas.

No podremos oler aquí el aroma que desprenden las flores ni oír el zumbido de las abejas que se afanan entre las corolas. Para ello hay que visitar la Casa de Monet y los jardines que inspiraron tantas de sus pinturas. ¡No dejes de hacerlo, disfrutarás de tu viaje al impresionismo!


[Cómo llegar a Giverny]:

La localidad de Giverny, con poco más de 500 habitantes, está localizada en la Alta Normandía, a poco menos de 80 kilómetros de París, en la orilla norte del Sena.

🚘 En coche:

Desde París el trayecto sigue las autopistas A14 y A13 (salida Bonnières-sur-Seine) y la D201. Dura aproximadamente 1h15 min.

Desde Rouen el trayecto sigue la autopista A13 (salida Vernon) y continúa durante 15 kilómetros más hasta Giverny. Dura aproximadamente 1h05 min. Este el el trayecto más directo, pero si se dispone de tiempo se puede ir por carreteras más pequeñas y visitar pueblos pintorescos normandos como Lyons-la-Forêt y Les Andelys.

🚞 En tren: desde la Gare Saint-Lazare de Paris hay que tomar un tren en dirección Le Havre y bajar en la estación Vernon-Giverny (trayecto de 1 hora). Hay que tener en cuenta que la estación está a 5 kilómetros de la Casa de Monet por lo que haría falta tomar un taxi o caminar junto al Sena cerca de 1 hora para llegar finalmente a destino.

🚍 Con excursión organizada: otra opción muy cómoda es realizar una excursión organizada a la Casa de Monet en Giverny desde París, de ida y vuelta en el día y con recogida en el hotel .


[Una sugerencia]

¿Por qué no quedarse a dormir en el entorno idílico de Giverny, la Alta Normandía y el río Sena? Si bien hay algunos alojamientos de tipo bed & breakfast en Giverny pueblo, la oferta es reducida y hay que reservar con suficiente antelación.

Una buena opción alternativa es pasar noche en Vernon, al otro lado del Sena, una localidad muy bien comunicada para seguir explorando la región. Mi elección, que recomiendo aquí, fue el Hotel Normandy, un establecimiento con personalidad que cuenta con un agradable patio interior que hace las veces de restaurante-terraza en verano.


Casa de Monet en Giverny 
📍84 Rue Claude Monet, 27620 Giverny, Francia
📞 +33232512821
🌐 fondation-monet.com

🕑 🎟 ver horarios y precios en la web de la Fundación Monet.
IMPORTANTE: es imprescindible adquirir con antelación las entradas online

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