Una bombonería histórica
En la madrileña calle Villanueva, el pequeño escaparate de madera color verde agua indica al transeúnte que allí, en La Pajarita, se vienen fabricando con mimo artesanal caramelos y bombones desde 1852. Sí, son ya más de 150 años en los que los dulces de La Pajarita vienen alegrando los paladares de los más golosos de Madrid.
La Pajarita nació en el número 6 de la Puerta del Sol. No debe su nombre a ningún ave, sino a la afición de los contertulios de la época a hacer pajaritas de papel mientras departían en los cafés. A lo largo de más de 150 años, han sido muchas las anécdotas e imágenes madrileñas de las que ha sido testigo esta bombonería: desde el frustrado intento de escapada de la Infanta Doña Cristina de Borbón, hija de Alfonso XIII, junto a su hermano Gonzalo para hacerse con los dulces de La Pajarita, hasta el asesinato de José Canalejas en 1912 tras recoger su pedido diario de caramelos.
En 1969, el negocio familiar de La Pajarita se amplió con la apertura de un nuevo local en la calle Villanueva, frente al imponente edificio que alberga al Museo Arqueológico y a la Biblioteca Nacional. Este local pasó a ser la tienda principal en 1991, tras el cierre de la casa original de la Puerta del Sol.
Caramelos clásicos
La Pajarita, fiel a su tradición bombonera, sigue ofreciendo las mismas especialidades desde su fundación. Los caramelos clásicos se presentan en 17 sabores distintos y van siempre envueltos con el característico papel de la casa. A cada sabor le corresponde un color de envoltorio, en el que aparece también un jeroglífico que hace alusión al emplazamiento original de la tienda en la Puerta del Sol.
Además de los caramelos clásicos, La Pajarita prepara caramelos ácidos desenvueltos, caramelos de violeta en forma de flor, caramelos de miel y de licor de violeta, toffee y almendras de París de color rosa y azul. Todo ello sin olvidar otras especialidades deliciosas, como las violetas naturales y los marrón glasé, castañas de caparazón glaseado e interior tierno.
Chocolates y otros dulces
Otro capítulo es el de los chocolates. A las trufas de Bourrougnoie de naranja o de chocolate, se unen los bombones de licor surtido y las grajeas de chocolate. También se preparan pequeños bombones en forma de flor o de pajarita, ¡cómo no!, listos para deshacerse en la boca en mil partículas de sabor.
En la temporada de verano, un carrito del mismo verde agua que el escaparate y adornado con una gran pajarita dorada, atesora los helados artesanales que harán más soportables las altas temperaturas madrileñas.
Una presentación exquisita
Además de la exquisitez de los dulces, esta bombonería tradicional cuida con especial esmero la presentación de sus productos. En el interior del local, que no es particularmente grande pero está deliciosamente presentado, las baldas y vitrinas de cristal se adornan con frascos transparentes repletos de caramelos de colores.
En el escaparate se apilan también cajitas floreadas, con un estilo clásico y elegante, cerradas con lazos de colores para distinguir su contenido. Si el lazo azul cielo es el sabor a mora, el fucsia es la grosella y el verde claro la hoja de menta, por citar sólo algunos.
Os voy a contar un secreto: me gusta pasar por La Pajarita. Con el inconfundible sabor de sus caramelos clásicos mi querido abuelo Antonio endulzó mi infancia.
La Pajarita 📍Villanueva, 14. 28001 Madrid 📞91 435 74 54 @ info@bombonerialapajarita.com 🕙Lun a Sáb de 10:30 a 20:30. Dom y fest de 12:00 a 19:00 🌐bombonerialapajarita.es
Qué cosa más rica
Gracias por esta historia tan interesante
Sí, es una tienda de dulces de toda la vida, ya parte de la historia de Madrid. ¿Has visto el local? Pequeño pero lleno de encanto frente al Museo Arqueológico. ¡Gracias por pasarte por aquí, Bárbara!¡Vuelve siempre que quieras!